Autor: Luis Ricra y Damner Mego
A pocas cuadras de la avenida universitaria, entre el Boulevard de Retablo y la calle José de la torre Ugarte, ubicamos una huaca, conocido como Huaca Chasqui, que se encuentra compuesto por dos plataformas elevadas, construidas en base a tapia, cuyos recintos cuentan con muros de adobes, los primeros datan de la época de los Colli, mientras que los segundos corresponden a la ocupación Inca del Periodo Horizonte Tardío (1450 a 1525 D.C).
En este lugar conversamos con la señora Andrea, ciudadana que lleva viviendo más de 40 años a una cuadra de este “patrimonio”, quien comenta que desde entonces la huaca no tiene cuidado de parte de las autoridades, siendo ese el motivo de que cada año se vaya deteriorando más y más; pues la Municipalidad de Comas solo se encarga de hacer limpieza una vez por semana.
La huaca se encuentra afectada por el crecimiento de vegetación arbustiva, el tránsito sin control de la población, la acumulación de desmonte y la expansión urbana amenaza su integridad, al igual que el vandalismo.
Fuimos testigos de lo que ocurría, jóvenes y niños se encontraban en este lugar, pero no como observadores, sino como practicantes de ciclismo, pues por las tardes salen en bicicletas para subir a la huaca, por esta razón se encuentra marcas de llantas, pedazos de adobe caídos y acompañado de una gran polvareda.
A un costado del patrimonio, se ubica una pequeña maqueta, echa por los vecinos del lugar, donde se muestra la forma de organización hogareña que tenían los antiguos pobladores de la Huaca, pues se observa mesas rusticas, techos de hojas de palmera, cocinas a fogón, carretas, arados y sus originales habitaciones, colocadas en lo alto de un árbol.
Por otro lado, se haya una pequeña capilla, donde los vecinos acostumbran reunirse todas las tardes para poder relajarse, bajo las sombras de los arboles y el agradable viento que corre, gracias al gran espacio que hay por la Huaca.
Al concluir esta nota periodística, notamos la falta de interés que hay en las municipalidades por las zonas arqueológicas, por esa razón invitamos a todo el público a tomar conciencia, y a cuidar nuestras pocas réplicas culturales que nos quedan, pues es lo que llena de riquezas a nuestro Perú.
Open art 